Cristocéntrico

La vida y enseñanzas de Jesús moldea nuestros programas y guía todo aspecto de nuestro ministerio. Desde como trabajamos, como tratamos a las personas, el respeto a las comunidades y cooperación con las naciones, nuestra respuesta a un mundo con cientos de millones viviendo en extrema pobreza es amar como Jesús lo hizo.

Como Jesús es nuestro centro, todo lo que hacemos por los niños debe de reflejar el corazón de Dios.

Amamos a Dios, por lo que demostramos nuestro amor y vivimos nuestra fe al extender cuidado por otros – en el nombre de Jesús – sin importar casta, credo, clase o religión. Esta forma de vivir es moldeada y compartida con los beneficiarios de nuestro programa según su edad correspondiente, de forma culturalmente relevante, sin coerción, manipulación y sin forzar a nadie.

Todos los chequeos físicos, entornos seguros para jugar e interactuar, el cuidar y enseñar… todo trabajo es hecho de acuerdo a las enseñanzas de Jesús de amar a Dios y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:36-40).

Enfoque en la niñez

Los niños que viven en pobreza son el centro del ministerio de Compassion. Decidimos dirigir todos nuestros esfuerzos en la infancia porque Dios valora profundamente a los niños, y porque creemos que los niños son agentes de cambio altamente efectivos.

Basado en la iglesia

La iglesia es el instrumento escogido por Dios para brindar esperanza al mundo en sufrimiento y hacer justicia a los que viven en pobreza y a los oprimidos. Es por esta razón que Compassion trabaja exclusivamente en sociedad con iglesias locales ubicadas en países en desarrollo, para aportar un programa de desarrollo holístico para el niño. Solamente la iglesia local es calificada para comprender las necesidades reales de su comunidad para poder alcanzar a los niños en pobreza que necesitan su cuidado. La iglesia local crea un ambiente de estabilidad incomparable que permite a los niños la oportunidad de experimenta la aceptación y el amor de Dios.